Atotonilco, cuyo nombre significa 'Lugar de aguas calientes', es un rincón mágico en los Altos de Jalisco. En las afueras de este encantador poblado se alza una residencia que te transporta a un mundo de maravillas. Para llegar a su puerta, debes cruzar un apacible río, sumergiéndote en la serenidad del entorno.

Esta impresionante residencia combina a la perfección la comodidad de la modernidad con un misterioso secreto. En su parte trasera, descubrirás un edificio de adobe, conectado a la residencia principal por un puente que une dos eras diferentes. En su interior, un estudio rebosante de arte te espera, ofreciendo un espacio para trabajar y encontrar inspiración.

Lo más intrigante es el proyecto que une estos dos edificios: la fusión de lo clásico y lo moderno. El diseño juega con líneas y sombras, mientras que los colores tierra te transportan a otra época. Frente a la casa, un jardín ofrece vistas a la curvatura de un vitral único y a dos frentes que representan dos momentos históricos distintos. Esta residencia en Atotonilco es un testimonio de la armonía entre el pasado y el presente, donde la belleza y la magia se entrelazan en un solo lugar.