En el corazón del Municipio de Villamar, Michoacán, a 1,584 metros de altura, se encuentra la pintoresca localidad de San Antonio Guaracha. Este pequeño pueblo, hogar de 1,287 habitantes, está rodeado de historia y naturaleza, y se encuentra a solo 37 minutos en auto (25 km) del Pueblo Mágico de Jiquilpan de Juárez.

En la Parroquia de San Antonio de Padua Guaracha, tuvimos el honor de instalar dos obras de arte que transforman el espacio: los vitrales de "El Rosario de María" y "San Antonio Predicando a los Peces". Con un diseño lleno de matices en tonos azules, estas piezas no solo iluminan el recinto, sino que también dialogan armoniosamente con la belleza del cercano Lago San Antonio.

Estos vitrales tejen un puente entre la tradición del templo antiguo y la frescura de la modernidad, mostrando cómo el arte sacro puede seguir inspirando luz y fe en cada rincón donde se encuentra.